Asesoría de un abogado para crear una empresa sin ánimo de lucro

Todo proyecto que inicia para la creación de una empresa se desarrolla en torno a una idea que puede surgir cuando se detecta una oportunidad de emprender, sin embargo, si una persona está pensando crear una organización sin fines lucrativos, es necesario que lo realice de forma correcta, eso puede significar contratar a un abogado para que le asesore en el proceso de creación de su compañía.

Asesoramiento inicial

Lo primero que se tiene en cuenta es la creación de la marca de la empresa, es decir, la elección de un nombre para la organización, pero esto puede ser legalmente algo complicado. Aunque quiera que la marca exprese su misión, existen restricciones, por ejemplo, el nombre de una organización sin ánimo de lucro no puede entrar en conflicto con el de otra entidad que tenga el mismo fin, tampoco puede infringir una marca comercial existente y debe evitar ciertos términos, como “banco”, “federal” o “seguro”. Por tal razón, hacer la comprobación de las normas de denominación de los organismos estatales y de los nombres de entidades existentes suele ser más rápida y sencilla si la realiza un abogado.

Al igual que una compañía con ánimos de lucro redacta un plan de negocio, una organización sin estos fines también debería hacerlo, la diferencia es que esta última debe centrarse en su finalidad benéfica. Esta es otra área en la que la experiencia de un abogado de negocios puede ser útil, ya que le ayudará a formular un plan de empresa que describa la manera como ejecutará sus operaciones cotidianas para cumplir con la misión de la entidad.

Un profesional en litigios de negocios tendrá experiencia en el pago de las tasas de registro y en la presentación de los trámites de constitución para cumplir con la legislación local, estatal y federal. También se encargará de presentar los documentos de formación junto con la solicitud (en algunos estados se conoce como certificado de incorporación). La mayoría de los estados requieren información general sobre el propósito de la corporación, el nombre, la dirección y los datos de los miembros de su junta directiva.

Durante el proceso de la creación de empresa

La redacción de los documentos de constitución no puede ser una actividad que se haga una sola vez, ya que siempre pueden surgir cambios necesarios. Cambiar los estatutos, la estructura o los artículos de formación de una empresa no lucrativa significa presentar esas modificaciones ante el estado, lo cual no es tan sencillo.

Sobre el manejo de regímenes contributivos, una de las principales razones para constituir una sociedad sin fines de lucro es obtener la exención fiscal del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) y de los gobiernos estatales. Además, si es una organización benéfica, los donantes pueden recibir deducciones fiscales por sus aportaciones, simplemente tendrá que presentar la correspondiente solicitud de exención ante el IRS y los organismos estatales para solicitar la exención de impuestos federales y sobre la renta.

Cabe resaltar que no todas las corporaciones no lucrativas pueden optar por este estatus, ya que solamente se les permitirá a las que operan para el beneficio público con un propósito religioso, caritativo, científico, educativo o literario. Para mantener su estatus de organización sin fines de lucro, debe seguir ciertas formalidades y procedimientos de mantenimiento de registros.

Las leyes estatales varían, pero puede haber un requisito de presentar un informe periódico sobre su empresa a una agencia estatal. Para asegurarse de que su compañía reúne los requisitos, un abogado puede ayudarle a presentar estos informes y declaraciones anuales al IRS para que su organización se mantenga en cumplimiento y fuera de problemas.

Cuando se presenten inconvenientes

Como se ha comentado anteriormente, se podría constituir una sociedad sin asesoramiento jurídico, pero si las cosas no salen como quisiera, puede ser difícil deshacer los problemas que ha creado usted mismo y lo cual hará que tenga que contratar a un abogado de todos modos. Eso es una pérdida de tiempo y dinero que podría ahorrarse obteniendo servicios legales profesionales desde el inicio.

Contar con el asesoramiento legal de un profesional en litigios de negocio es una de las decisiones más importantes que debería tener en cuenta una persona que está pensando en construir una entidad sin ánimo de lucro.

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