Aspectos claves para una demanda por difamación en el empleo

La difamación se considera como el acto de dañar la dignidad o la reputación de otra cuando se difunde información que no es verídica. Una difamación en el lugar de trabajo, se produce cuando un empleador realiza declaraciones falsas sobre un trabajador, de manera intencional. Una declaración difamatoria oral es conocida como “calumnia”, mientras que una escrita se conoce como “difamación”.

Generalmente, estos casos se producen cuando un empleador intenta verificar los antecedentes de un posible candidato, buscando una referencia de su antiguo empleo. Si se llegase a presentar la situación en la que el anterior jefe proporciona una referencia falsa que perjudique directamente las posibilidades de que un trabajador obtenga un nuevo empleo, o daña la reputación del trabajador, el último en mención puede realizar una demanda por difamación.

Si bien es cierto que una difamación puede dañar de forma importante a un trabajador, es complejo poder demostrar que se realizaron estas declaraciones, debido a que es posible que la persona no haya estado presente durante la conversación donde se cometió la difamación. Adicionalmente, un posible empleador normalmente no menciona la información que le suministran los antiguos jefes del postulante.

Elementos que se necesitan demostrar en un caso por difamación

Cada estado posee su propia Ley de Difamación que indica lo que los trabajadores necesitan demostrar para ganar un caso. Normalmente, un empleado tiene que probar lo siguiente:

• Que el exempleador hizo una declaración falsa.
• Las afirmaciones fueron publicadas.
• El exempleador sabía o debería saber que no era información correcta.
• La declaración no tenía fundamentos para ser publicada.
• A causa de esto, el empleado sufrió un daño real debido a la declaración engañosa.

Los primeros tres elementos que se mencionan, proporcionan un principio básico para este tipo de reclamos. Las declaraciones de opinión y verdaderas no pueden ser la base de una demanda por difamación. De igual manera, es muy poco probable que se considere difamación una mentira sobre un empleado, que ha sido escrita en las notas personales de un empleador y no ha sido información pública para conocimiento de otras personas.

Algunos estados consideran la “autopublicación”, donde un trabajador se encuentra obligado a revelar cuál fue la razón del despido, debido a que en una entrevista se lo pueden preguntar. En este caso, si un empleador considera de buena fe la veracidad de esta declaración, existe la probabilidad de hallar una base sólida para un reclamo por difamación.

Difamación “per se”

Si bien es cierto que los rumores en el trabajo pueden ser dañinos, algunos no son procesables a menos que realmente se puedan demostrar, sin embargo, en casi todos los estados, algunas declaraciones se consideran difamatorias por sí mismas. La ley supone que dichas declaraciones afectan y el demandante no tiene que comprobar el daño para recuperarse. Así mismo, establece para cada estado, qué tipo de declaraciones son consideradas una difamación de este tipo.

La difamación en el trabajo es un hecho que se debe demandar, debido a que conlleva a repercusiones legales en contra de la persona que está cometiendo el delito, y que además le ayudará a encontrar una solución a la persona que ha sido difamada.

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