El Diccionario de la Real Academia Española describe el acto de adoptar como tomar un hijo ajeno como propio a través de un acto jurídico, con el objetivo de establecer con él una relación paterno-filial con vínculos jurídicos iguales o similares a los derivados de la procreación. Una adopción puede ser de tres tipos: abierta, cerrada y semi abierta.
En el pasado, se consideraba la adopción como un acto de caridad, pero ahora es visto como un acto amoroso que le brinda un hogar a un niño o una niña y como se llega a la posibilidad de tener la experiencia de paternidad, una o dos personas adultas.
Ya en GuíaLegal se ha explicado a qué se refieren las adopciones abiertas y las cerradas, pero en esta oportunidad se da paso a exponer en qué consiste este proceso.
Conociendo la adopción semi abierta
Consiste en que el contacto entre ambas familias se efectúa a través de un intermediario o por medio de una herramienta electrónica o los canales tradicionales; es decir, el contacto se hace con la intervención de un abogado o una agencia social, pero también se han empleado cartas o correo electrónico, para evitar un contacto directo entre las partes.
De este modo, los datos personales como los nombres y direcciones quedan en el anonimato para guardar la privacidad de la familia biológica del hijo o hija, pero sobre todo la de la familia adoptante y el niño, niña o adolescente.
Ventajas de la adopción semi abierta
Los puntos a favor a la hora de considerar una adopción semi abierta son mayores que las desventajas.
- Se podrán disipar las dudas sobre el origen del menor.
- El menor adoptado tendrá grandes oportunidades de conocer a su familia biológica.
- Los padres adoptivos podrán tener acceso al historial clínico del niño o niña adoptada. Esto es importante, pues se brinda la oportunidad de conocer los antecedentes familiares en enfermedades que pueden ser hereditarias.
- El sentimiento de culpabilidad de la familia biológica podría minimizarse al tener un acercamiento con los adoptantes, por cualquier vía escogida, para saber si su hijo o hija tiene una familia que les cuide.
- Las dudas e inquietudes de los niños, niñas y adolescentes adoptados se pueden resolver. Al establecer contacto con su madre y/o padre, los infantes tienen posibilidad de saber, en el momento oportuno, por qué fueron dados en adopción, de dónde vienen y quiénes forman parte de su familia sanguínea.
- La autoestima y la seguridad de estos pequeños tiende a aumentar al conocer sus orígenes y poder tener respuestas sobre su identidad. Una adopción semiabierta brinda la oportunidad de tener un enlace con la familia adoptante.
- Se evitan los sentimientos de vergüenza que pueden surgir en algún punto de la vida de los niños, niñas y adolescentes adoptados.
Desventajas de la adopción semiabierta
- En una adopción de este tipo no todo es perfecto. Hay aspectos negativos que deben ser considerados a la hora de decantarse por esta opción, tales como:
- En ocasiones, los padres biológicos no están preparados psicológicamente para tener una relación sana con la familia adoptiva.
- Si el contacto es directo con la familia adoptante, podría llegarse a ocasionar intromisiones de parte de la familia biológica, por lo que vale la pena establecer límites.
- De mantener una relación con el menor, la familia biológica puede ocasionarle más traumas que los que pueden resolver.
- Los padres biológicos podrían confundir sus obligaciones y derechos.
- Los padres biológicos podrían intentar reclamarle a sus hijos a los padres adoptivos.
Es importante aclarar que una vez que se formaliza el proceso de adopción, la patria potestad de los niños y niñas pasa a los padres adoptivos. En ese sentido, los padres biológicos no podrán reclamar a sus hijos, por lo que no podrán reclamarlos.
Siempre y cuando las partes estén de acuerdo, se puede llegar a un acuerdo de visitas o contacto facilitado por la tecnología o canales tradicionales.