La obtención y almacenamiento de datos de clientes, es una dinámica muy delicada. Es por ello que, las empresas que manejan grandes volúmenes de información de terceros deben ser muy cuidadosas a la hora de establecer un esquema de ciberseguridad porque el impacto que podría generar una fuga de datos, tendría resultados graves para ambas partes.
Las consecuencias y/o implicaciones legales que acarrea la violación de datos pueden ser contundentes. Las empresas pueden sufrir pérdidas financieras, daños a su reputación, frenos operativos e incluso reclamaciones ante los tribunales.
Manejo de riesgos e implicaciones legales en ciberseguridad
La ciberseguridad actualmente no es algo que se pueda tomar a la ligera, puesto que las compañías manejan información confidencial de todos sus clientes y por lo tanto, deben tomar medidas de seguridad necesarias para garantizar que no se filtre ningún dato o de lo contrario la empresa puede acarrear con implicaciones legales que a continuación se mencionan:
Violación de contrato
Las empresas tienen contratos en los que se definen las responsabilidades de cada parte. Si una de estas no cumple, la parte afectada puede presentar una demanda. En este caso, una fuga de información es una clara señal de que la empresa no protegió adecuadamente los datos.
Es esencial incluir una cláusula de limitación de responsabilidad, para que de esta manera se restrinja la cantidad de exposición a la que se enfrenta la empresa, del mismo modo, garantiza que los clientes tomen las medidas necesarias para permanecer seguros mientras están en línea, ya que, la responsabilidad de la ciberseguridad no debe recaer enteramente en la empresa.
Negligencia profesional
Una empresa puede enfrentarse a un litigio si no toma precauciones razonables para proteger los datos de sus clientes, por eso, garantizar las normas de cuidado es una de las mejores formas de evitar demandas. La empresa debe tener prácticas prudentes o razonables en torno a la ciberseguridad.
Estas acciones incluyen el cumplimiento de las leyes GDPR (Reglamento General de Protección de Datos), HIPAA (Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros de Salud) y PCI DSS (Norma de Seguridad de los Datos de las Tarjetas de Pago). Los estándares de cuidado son específicos para el negocio, por eso se deben incorporar factores como los recursos, el entorno, los datos y las situaciones únicas.
Cada empresa debe elaborar sus directrices, esto quiere decir que tiene que demostrar que está tomando medidas razonables para proteger los datos, esto incluye la instalación de las medidas de seguridad adecuadas, tales como:
- Mantener la privacidad en línea utilizando proxies residenciales. A diferencia de los de centros de datos, los proxies residenciales obtienen la IP del proveedor de servicios de internet. Se conectan a dispositivos y ubicaciones físicas reales, lo que hace más difícil detectarlos como proxies. Los residenciales ocultan su dirección IP proporcionando una alternativa, esto hace que sea difícil para los hackers rastrear sus actividades en línea, manteniendo así sus datos seguros.
- Capas adicionales de seguridad como cortafuegos, autenticación multifactorial y privilegios de usuario.
- Anti-malware, anti-ransomware y anti-virus.
Unas medidas inadecuadas suponen un mayor compromiso con los datos, por tal razón, la ley podría percibirlas como prácticas engañosas o desleales.
La empresa también debe comunicar su política de seguridad y privacidad a los clientes. El incumplimiento de esta convierte a la empresa en culpable de cualquier infracción.
Cumplimiento de la normativa o incumplimiento de la obligación legal
Esto significa apegarse a todos los requisitos reglamentarios, como en el caso anterior, GDPR, HIPAA y PCI DSS son algunos de ellos. No adherirse a las directrices expondrá a la organización a un litigio.
La empresa debe tomarse el tiempo necesario para entender la normativa, ya que, según la ley, indicar que se desconocía la información legal no es un argumento válido para tomarlo como defensa. Evitar los litigios o la exposición significa tomar las medidas adecuadas y eso es asegurar que las prácticas, los sistemas y los procedimientos se adhieren a los requisitos.
Las empresas deben contratar los servicios de profesionales que les ayuden a entender la normativa. El costo es insignificante si se compara con lo que un pleito podría suponer para la empresa.
Consideraciones finales
Los clientes confían en que cuando comparten su información con la empresa, sus datos se mantendrán seguros, a cambio, la empresa promete a los clientes que hará lo posible para protegerlos. En una situación ideal, nunca debería haber violaciones de datos.
Una acción preventiva puede ayudar a evitar las implicaciones legales de las violaciones de datos. Recuerde que garantizar una ciberseguridad adecuada ya no es una opción y que es un requisito para cualquier empresa que maneje información sensible de sus clientes.
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