Una persona enferma en situación terminal, solicita a su médico auxilio para que su sufrimiento no sea tan largo y le brinde la posibilidad de dejarlo morir sin tanto sufrimiento. Estos pacientes generalmente son mayores de 65 años, poseen buena educación. Una de las enfermedades más comunes por la cual solicitan la muerte asistida es el cáncer.
Posiciones a favor de la muerte asistida
En los Estados Unidos, esta práctica es ilegal, solo en algunos de sus estados se puede solicitar la asistencia médica para inducir el fallecimiento: Oregón, Colorado, California, Hawái, Washington D.C., Montana, Nueva Jersey y Vermont.
Algunas estadísticas indican que es bastante similar el % entre hombres y mujeres que le solicitan a su médico ayuda para su deceso; los blancos no hispanos el 95% y mayores de 65 años el 72%. En estos estudios estadísticos se reveló que el cáncer fue la enfermedad donde los pacientes mayormente solicitaron el deceso asistido con un 76,4%; pacientes con enfermedades neurológicas 10,2%; enfermedades pulmonares 5,6% y pacientes con enfermedades cardíacas el 4,6%. El 87% de los pacientes decidieron morir en sus casas.
En el Estado de Oregón, la ley permite a sus residentes mayores de 18 años tomar la decisión de solicitar y recibir bajo prescripción médica, los fármacos letales, esta ley tiene vigencia desde hace 25 años. Esto también aplica en Washington D.C., desde el año 2008.
Los médicos indican que una vez que el paciente consume el fármaco indicado, a los 5 minutos aproximadamente entra en coma y fallece 20 minutos más tarde. Muy pocos pacientes presentan alguna complicación adicional una vez consumida la medicación.
Los médicos que participan en la práctica para la ayuda médica para el fallecimiento de los pacientes, mantienen una visión diferente de aquellos profesionales de la medicina que teorizan sobre la muerte.
Posiciones contrarias
El Colegio de Médicos de los Estados Unidos, no está de acuerdo con la ayuda al paciente para finalizar su vida, alegando que la medicina no se ejerce para definir la forma y el tiempo de vida de ninguna persona.
Esta organización de más de 152.000 médicos expresó enfáticamente su posición en contra de la muerte asistida de un paciente. De esta materia surgen preocupaciones, clínicas, éticas y de otras índoles médicas. Este grupo de médicos concluye indicando que nadie puede controlar la forma y el tiempo de vida de ningún ser humano y este nunca ha sido ni deberá ser el objetivo de la medicina.
También exponen, que con cuidado de excelente calidad, diálogo efectivo paciente – médico, consejos compasivos y haciendo uso de todos los recursos que se consideren correctos, cualquier doctor puede ayudar al enfermo a ejercer control de cómo enfrentar la última etapa de su vida.
En los dos últimos años la corte ha decidido en contra del suicidio asistido, pero en muchos estados donde esta práctica sigue siendo ilegal, mantienen la percepción que debiera ser legalizada la solicitud del paciente en su etapa terminal.