En marzo de 2020 el mundo atravesó una de las mayores crisis de la historia, la llegada de una pandemia tan difícil de sobrellevar que ha provocado cambios en las formas de vida de las personas. En un país como Estados Unidos, la repercusión en aún mayor y los problemas que enfrenta cada día son más, por ello, la forma de subsistir a semejante situación es atacar el problema desde el área social a la que afecta, en este caso, al sistema de salud de los EE.UU.
¿Cómo fueron los primeros meses de pandemia para el sistema de salud estadounidense?
Estados Unidos posee el sistema de salud más exigente del continente y uno de los más sobresaturados del mundo, teniendo en cuenta la gran cantidad de población diversa que vive en este país es evidente que una situación pandémica, como la enfrentada tras el COVID-19 en marzo de 2020, da un vuelco a la estabilidad de dicho sistema de salud.
La pandemia provocó un cambio en el estilo de vida de las personas y en muchos casos este cambio fue difícil de asimilar, por lo que las medidas de restricción social fueron desacatadas y el número de casos aumentó de manera progresiva provocando un colapso total de los hospitales, donde la enfermedad pandémica fue esparciéndose y atacando a personas vulnerables que se encontraban internadas en los hospitales. Estos sucesos causaron que los números de víctimas fatales alcanzaran un pico donde Estados Unidos se posicionó como el país con más contagios y muertes en menos de medio año.
Cambio total de los protocolos médicos
Por mandato federal, todos los protocolos médicos fueron cambiados para poder adaptarse a las medidas preventivas que ayudan a disminuir la cantidad de afectados, entre las medidas resalta:
- Uso de mascarillas y trajes especializados para el equipo médico.
- Uso de maquinarias de desinfección de las mascarillas e insumos, en caso de no poseerlos, se obliga al uso desechable de los mismos.
- Alas hospitalarias especiales para pacientes críticos de la enfermedad.
- Atención médica a domicilio para personas contagiadas y en estado de salud estable.
- Prohibición de las aglomeraciones en las salas de espera de los hospitales.
- Realización de test obligatorios que permitan descartar la presencia de la enfermedad.
Estas medidas son acompañadas por los mandatos emitidos por el presidente Biden. Bajo esta proclamación se fijó el uso obligatorio de mascarillas en las calles y las medidas de confinamiento radicales para evitar la propagación de la enfermedad.
Separación de Estados Unidos de la OMS
Luego de la llegada del presidente Biden al mandato, se tomaron algunas medidas con respecto a la gestión de la OMS frente a la pandemia de COVID-19, estas medidas surgen de la preocupación del ex presidente Trump por una “mala gestión” de la pandemia por parte de la OMS, por lo que todas las políticas sanitarias ahora debían restringirse a las ordenes federales.
Las órdenes del nuevo mandatario sostienen la idea de revertir las decisiones de Trump y reanudar la autoridad de la OMS para que fije las formas de lidiar con la pandemia, entre las cuales se plantean diferentes maneras para aprender a vivir con el COVID-19 y no a pensar en exterminarlos para terminar con la pandemia. Por ello surgen las diferentes jornadas de vacunación y medidas denominadas “nueva normalidad social” que hacen frente a una vida sobreviviendo al COVID-19.
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