Algunos accidentes de automóvil no son en realidad sucesos de tráfico, sino incidentes premeditados que se utilizan como base para sufrir lesiones a causa de la eventualidad y generar reclamaciones fraudulentas a la empresa de seguros. A este tipo de engaño se le conoce como “accidente simulado”.
Los accidentes simulados suelen considerarse un tipo de fraude al seguro de automóvil. En el típico escenario, uno o más conductores (o incluso peatones, ciclistas o motociclistas) provocan intencionadamente un accidente de tráfico para que parezca ser culpa de un conductor desprevenido que finalmente resulta ser víctima de una estafa.
Los autores de los accidentes de tráfico simulados lo usan como pretexto para presentar reclamaciones a la empresa aseguradora, ya sea a través de su propia compañía de seguros o con la de la víctima desprevenida. Incluso hasta demandar por daños personales con la finalidad de ganar dinero. Los accidentes simulados suelen incluir al menos uno de los siguientes elementos:
- Un accidente fingido.
- Informes de accidente falsos.
- Testigos falsos.
- Lesiones falsas.
- Víctimas falsas.
Tipos de accidentes simulados que se pueden presentar
La mayoría de los accidentes de automóvil que son simulados, implican que el autor del delito, es decir, una persona que maneja un vehículo de forma inapropiada, choque con el auto de un conductor que va desprevenido, haciendo que las circunstancias del accidente de tráfico parezcan tan reales que se pueda acusar a la víctima para hacerla pasar como culpable del acontecimiento, por eso es importante saber que existen diferentes modalidades que usan los delincuentes para cometer el fraude:
El frenazo
Esta modalidad suele producirse en situaciones de tráfico intenso. En esta caso, el conductor fraudulento es quien va manejando el vehículo delante del suyo y empieza a acelerar con el flujo de tránsito, de manera que quien va manejando detrás también empieza a avanzar y en un momento de descuido, el delincuente frena bruscamente y de manera repentina, provocando una colisión por la parte trasera.
La ola de ingreso
Este tipo de accidente simulado es especialmente turbio, ya que el conductor deshonesto hace señas para que la víctima avance y luego impacta deliberadamente contra el otro coche. Esta táctica se emplea con mayor frecuencia cuando los vehículos se están acercando unos a otros durante el tráfico o cuando se encuentran en un aparcamiento. El otro conductor simplemente negará haber hecho señas con la mano, y culpará del accidente de tráfico a la persona afectada por su aparente descuido.
El “ayudante sospechoso”
Uno de los indicadores más fuertes de un accidente de tráfico simulado es la aparición del llamado ayudante sospechoso, el cual es una persona que se acerca en la escena de un accidente de tránsito, incluso antes de que haya podido pedir ayuda y remite a la víctima a una empresa de grúas específica, taller de reparación, profesional médico o abogado.
Estos ayudantes sospechosos intentan aprovecharse de la situación de vulnerabilidad y convencen a la víctima de que utilicen servicios que tienen un precio excesivo y que son cómplices de la estafa. Los servicios de remolque y reparación pueden inflar sus precios, mientras que los médicos o abogados referidos pueden presionar para que la persona presente una demanda por lesiones personales a pesar de no existir una lesión.
Este tipo de accidentes pueden parecer algo raro, pero realmente se ha convertido en un método muy común que tienen los delincuentes para sacar provecho de una situación, por eso una persona debe tener en cuenta cada una de las situaciones descritas para llegar a determinar si está siendo víctima de este tipo de estafa.
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