La tercera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos habla de tiempos de paz. Bajo esta enmienda, prohíbe a los militares a alojarse en casas privadas sin el consentimiento del propietario. En concreto, la tercera enmienda establece que:
“Ningún militar será, en tiempo de paz alojado en casa alguna, sin el consentimiento del propietario, ni tampoco en tiempo de guerra, como no sea en la forma que prescriba la ley”.
Esta normativa tuvo más sentido en el contexto en que fue promulgada la Carta de Derechos, en 1791, como parte de los derechos fundamentales de los estadounidenses tras la guerra de independencia.
El alojamiento es permisible durante conflictos o guerras, pero solo bajo ciertas regularidades de la ley. La reforma prohíbe al Gobierno a forzar a los ciudadanos de acuartelar tropas en sus hogares en tiempos de paz, al tiempo que da el poder al Congreso para regular el alojamiento de las mismas en períodos de guerra.
¿De dónde surge esta ley?
En gran parte, de las experiencias previas a la guerra de independencia, cuando EE UU. estaba bajo el dominio británico. Algunos colonos fueron obligados a albergar en sus casas y alimentar a militares europeos.
Para tal fin, la corona británica promulgó la Ley de Alojamiento (Quartering Act), que legalizó el recibimiento de hombres armados en viviendas de civiles.
La normativa entró en vigencia el 15 de mayo de 1765, con la llegada de 10.000 soldados. Primero debieron ser recibidos en barracas y casas públicas, pero después invadieron las casas.
El objetivo era aumentar el control sobre la América Colonial e imponer otras medidas, como los impuestos.