La identidad de género se refiere a la manera en la que se percibe y acepta a sí misma una persona; esta puede ser igual o diferente del sexo de nacimiento, sin embargo, se puede llegar a sufrir de exclusión en algunos ambientes sociales y laborales.
¿Qué es la discriminación por identidad de género?
La identidad de género es el concepto que se tiene de sí mismo como ser sexual y los sentimientos a los que esto conlleva y se identifica una persona. A veces se utiliza el término “expresión de género”, que se refiere a los gestos, la apariencia, el estilo de vestir, las características o la identidad de una persona en relación con su naturaleza, sin tener en cuenta el sexo designado al nacer. Dicha expresión puede o no ajustarse a la nueva personalidad. Por ejemplo, alguien puede identificarse como varón y, sin embargo, llevar ropa de mujer y peinarse de una manera que se percibe como femenina.
Según la ley federal, los empleadores no pueden darle a los empleados transgéneros un trato diferenciado. Por ejemplo, un empleador no puede negarse a contratar a alguien que está en proceso de transición; negarse a ascender a alguien que emplea una personificación y un nombre diferentes a los que se le asignaron al nacer; negarse a intervenir si los compañeros de trabajo acosan a un empleado por ser “trans”, o despedir a alguien que empieza a vestirse y arreglarse con un estilo que no se ajusta a su naturaleza percibida.
¿Qué ley ampara estos actos?
Gracias a un fallo histórico de la Corte Suprema en el año 2020, el rechazo por identidad de género en el lugar donde se trabaja es ilegal en todo el país estadounidense. La Corte Suprema indica que excluir a un trabajador porque se declara transgénero es una forma de discriminación sexual y este acto es indebido, según lo descrito en el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964.
El fallo del Tribunal manifiesta que los empleadores en todo el país tienen prohibido repudiar a los trabajadores por su condición de transgénero u orientación sexual en cualquier aspecto del trabajo. Esto incluye la capacitación, la contratación, el pago y el despido.
¿Cómo saber si es víctima de discriminación?
Si la persona está en proceso de transición, o la ha llevado a cabo recientemente y se enfrenta a preguntas sobre sus cambios físicos, hormonales, de comportamiento, entre otros aspectos que vienen en compañía de la transición, puede ser objeto de exclusión por su decisión. Estos son algunos de los contratiempos a los que se podría enfrentar.
Acoso laboral
Los empleados “trans” con frecuencia son objeto de burlas, bromas, comentarios desagradables, actos despectivos, insultos y amenazas por parte de compañeros de trabajo. Si una persona experimenta un comportamiento no deseado en relación con la identidad que ha decidido tomar, debe denunciar el hecho inmediatamente y pedir a la empresa que tome cartas en el asunto, pues la discriminación es un trato perjudicial que puede afectar el desempeño de las personas dentro y fuera de la empresa.
Problemas de papeleo
Cuando las personas hagan la transición, probablemente querrán cambiar los documentos de identificación legal y los documentos internos de la empresa para que reflejen el nuevo género y el nuevo nombre. En algunos estados, se tiene derecho a cambiar el nombre por algo denominado "ley consuetudinaria", lo que significa que pueden empezar a usar la nueva identificación sin ninguna complicación. Sin embargo, es casi seguro que la persona querrá pasar por el proceso de cambiar formalmente el nombre en los tribunales, para poder actualizar los documentos de identificación gubernamentales.
Códigos de vestimenta y aseo personal
El rechazo por razón de sexo también puede producirse con los códigos de vestimenta y aseo personal. El empleador debe permitir seguir las normas de vestimenta y apariencia que se aplican a la manera como se identifica la persona. Los empleadores no pueden seguir exigiendo que lleven un uniforme de hombre una vez que informe a la empresa de que se identifica como mujer.
Instalaciones sanitarias
Exigir a un empleado que utilice un baño que no se ajusta a la personalidad que adoptó es discriminatorio. El empleador debe permitir usar las instalaciones sanitarias de la identidad con la que ahora se describe la persona. Algunos empleadores designan un baño unisex para estos fines, que puede ser utilizado por cualquier empleado.
Pronombres y términos equivocados
Los compañeros de trabajo, e incluso los directivos, pueden tener un desliz y referirse a la persona con el pronombre correspondiente al género con el que han hecho la transición. Esto es de esperar, y los errores genuinos no son ilegales. Sin embargo, puede constituir acoso si los compañeros de trabajo o los directivos se refieren a la persona continuamente con el pronombre equivocado de una manera que indica hostilidad.
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