En toda negociación de arrendamiento debe existir un contrato de por medio, ya que, este documento legal es el que se encargará de validar y certificar las condiciones, términos y políticas que se deben describir y tener en cuenta a lo largo de la estadía del inquilino en el inmueble del propietario, en este caso arrendador.
No obstante, a partir de la falta de conocimiento legal, se ignora la importancia de las cláusulas legales que se deben redactar y tener presentes en un contrato de arrendamiento, sobre todo, porque estas mismas son las normativas que habrá con relación a la utilización del inmueble.
¿Cuáles son las cláusulas que debe tener un contrato de arriendo?
Cuando se realiza un contrato de arrendamiento se debe tener en cuenta diferentes factores esenciales que abarquen las necesidades de los involucrados, es decir, el arrendador y el arrendatario. Por lo tanto, no se puede entablar un documento legal sin antes conocer qué requerimientos legales básicos se necesitan para completar la veracidad del mismo.
Así que, en primera instancia se debe tener en cuenta tres factores fundamentales que no son el cimiento de todo contrato de arriendo:
1. Condiciones para la utilidad del espacio
Es decir, qué, cuándo y dónde se pueden utilizar las cosas del inmueble., pues, existen personas que alquilan parte del inmueble y no permiten la utilización de ciertos cuartos, por ejemplo.
2. Pagos del canon mensual
Evidentemente es uno de los elementos fundamentales, pues se trata del intercambio real en relación con el arrendador.
3. Fecha establecida del inicio y terminación del contrato de alquiler
Es importante resaltar la fecha de inicio y culminación del mismo, ya que, en caso contrario el inquilino puede abusar de la estancia permitida y acordada.
Son tres factores que no pueden faltar, ya que, se consideran las más importantes dentro de la redacción y desarrollo del mismo.
¿Qué debería tener un contrato?
Adicional a las mencionadas anteriormente el arrendado y el inquilino tienen que:
1. Establecer las normas del edificio y residencia en general
Ningún contrato puede realizarse sin este apartado. Se trata de las normativas legales para generar y establecer una buena convivencia, no sólo con el arrendatario sino también con los vecinos, personal de limpieza, administrativo y otros entes importantes que cohabitan en la misma edificación. Por ejemplo: existen lugares en donde no se puede estar a partir de ciertas horas o también, los cuidados de las mascotas dentro de las instalaciones.
2. Definir las responsabilidades
Es necesario que se dialogue claramente lo que le corresponde a cada uno. No se puede estructurar un contrato de arriendo si no se sabe y menos se conocen cuáles son las responsabilidades de cada quien. Todo esto nace a partir de los intereses.
3. Subarriendos
Aunque no parezca trascendental, explicar si el inquilino posee autoridad para subarrendar o no es importante, puesto que muchos de los inquilinos se toman la libertad de subarrendar cuando no se posee autoridad ni permiso por parte del arrendador, lo cual hace necesario definir si este apartado se encuentra dentro de los postulados e intereses del propietario.
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