Posturas a favor y en contra de la adopción interracial en los Estados Unidos

La adopción interracial ha sido un tema debatido desde hace años en los Estados Unidos. Hay posturas a favor y en contra de este tipo de procedimientos, que empezó a finales de los años 40 y empezó a extenderse a principios de los 50, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los veteranos empezaron a adoptar niños y niñas asiáticos que habían quedado huérfanos, producto del conflicto bélico. Más tarde, en los años 60, los estadounidenses iniciaron el interés en adoptar menores de América del Sur y de América Central.

Posturas a favor

Ha sido ampliamente comentada la adopción de niños pertenecientes a grupos sociales minoritarios por ciudadanos estadounidenses.

Existen investigaciones sobre la adopción interracial que concluyen que este tipo de prácticas son una respuesta positiva al gran número de niños y niñas que se encuentran en hogares de crianza a la espera de una familia adoptiva que coincida con su raza y que debido a la escasez de opciones, pasan años sin poder lograrlo.

A los comentarios sobre un resultado negativo de las adopciones interraciales que afecte la estabilidad del adoptado, se abre paso a un argumento de peso: el beneficio que tiene el menor al poder unirse con una familia estable, que le brinde amor y todo lo que se necesita para su desarrollo, traducido en una casa, salud, valores y amor, educación y alimentación,

Desde otro punto de vista, hay conclusiones que respaldan al beneficio que brindan estas adopciones en la integración cultural. Los señalamientos apuntan a que una sociedad será más tolerante si se permiten las familias interraciales, minimizando los sentimientos de superioridad de las razas, pues personas de distintos orígenes comparten sus vidas bajo el mismo techo.

Posturas en contra

En contraste, estudios sostienen que los niños pertenecientes a grupos sociales minoritarios criados por familias de otras razas podrían sufrir problemas emocionales, socioculturales, psicológicos y/o de desarrollo. Se ha objetado que los pequeños adoptados pueden sufrir una crisis de identidad racial, así como una baja autoestima. Los oponentes comentan también que esta opción podría perjudicar el desarrollo de una identidad racial positiva y podría surgir un sentimiento de endorracismo.

Ayuda psicológica

Pese a que cada estado tiene leyes diferentes, en los Estados Unidos se hace obligatorio iniciar una investigación profunda realizada por los trabajadores sociales o funcionarios de los tribunales juveniles para determinar si ambas partes son apropiadas para la adopción y encajarán.

No hay manera de colocar un menor en una familia que constituirá un peligro para la autoestima del niño.

Por otra parte, luego de concretado la adopción, los estados ofrecen acompañamiento para apoyar a las familias. Se trata de beneficios pos adoptivos que van desde asistencia financiera hasta capacitación y facilidad de contacto con otros padres adoptivos, con quienes puede discutir su caso, como la adopción interracial y los temores que pueden surgir, para aceptar consejos.