Los cargos por conducta lasciva están típicamente asociados con cualquier tipo de conducta sexualmente obscena o desagradable que ocurra en público. La conducta lasciva cubre una amplia variedad de comportamientos y situaciones, es típicamente de alguna manera sexualmente motivada o explícita y ocurre en un lugar donde alguien en el público en general podría verla. La mayoría de las veces, un cargo por conducta lasciva o indecente es un delito menor, lo que significa que podría pasar hasta 12 meses en la cárcel, si lo condenan. Sin embargo, no todos los casos son iguales, y se podría estar enfrentando cargos adicionales relacionados con el incidente. Si ha sido acusado de conducta lasciva, necesita ponerse en contacto con un asesor legal de defensa criminal y exponerle su caso.

Comportamiento indecente o lascivo

Una variedad de comportamientos pueden ser considerados lascivos o indecentes en ambientes públicos. Por ejemplo, participar en cualquier tipo de acto sexual en público puede ser considerado lascivo. En muchos casos, la exposición de los genitales u otras partes privadas del cuerpo puede considerarse una conducta lasciva. A menudo pensamos que los flashes y el exhibicionismo también son comportamientos lascivos o indecentes. Si está involucrado en cualquier tipo de comportamiento sexual, con o sin una pareja, en público, podría estar enfrentando cargos por conducta lasciva. Es importante señalar que besarse no debería ser suficiente para que lo acusen de conducta lasciva.

Conducta lasciva en lugares públicos

Un elemento importante de cualquier caso de conducta lasciva es que el comportamiento desagradable ocurrió en un lugar público. Dado que el público en general puede acceder a una variedad de lugares, es importante entender qué es lo que la ley considera público. En la mayoría de los casos, los lugares incluyen tiendas, calles, restaurantes, parques y vecindarios como áreas públicas. Sin embargo, es posible que la conducta lasciva ocurra en lugares aparentemente más privados también. De hecho, si el comportamiento que tiene lugar dentro de una residencia privada es visible para el público en general en el exterior, puede ser acusado de conducta lasciva. Si los miembros del público en general pueden verlo, es posible que se enfrente a cargos por conducta lasciva.

¿Qué hay de la intención?

No es raro escuchar casos de conducta lasciva o actos sexuales en lugares públicos, semi-públicos o incluso privados. No todos son un cargo de conducta lasciva con intención de tener una audiencia. A diferencia de otros tipos de delitos, en su caso puede no importar si tiene la intención de acudir a una audiencia o no. Si está en un lugar en el que una persona podría encontrarse con miembros del público en general, eso podría ser suficiente para una condena por conducta lasciva. Incluso si al principio estaba solo, podría estar enfrentando cargos por conducta lasciva.

Motivo sexual

También es importante señalar que con la conducta lasciva, casi siempre hay un elemento de motivación sexual. Por ejemplo, si te encuentran orinando en un lugar público, no es necesariamente una conducta lasciva. Claro, tus genitales pueden haber estado expuestos a un transeúnte desprevenido, pero ciertamente no estabas tratando de exponerte o flashear a nadie. Si su caso implicó algún tipo de comportamiento no sexual, como orinar en público o cambiarse de ropa donde pensó que podría haber tenido privacidad, debe hacérselo saber a su asesor legal inmediatamente.

Penas asociadas con la conducta lasciva

En la mayoría de los casos, los cargos por conducta lasciva son delitos menores. Podría pasar hasta 12 meses en la cárcel. También es posible enfrentarse a multas, libertad condicional e incluso servicio comunitario después de una condena por conducta lasciva. Si su caso es más difícil, o si tiene cargos adicionales, podría estar enfrentando más tiempo tras las rejas y multas mayores. Si es condenado por un delito sexual, tendrá los problemas adicionales asociados con el estigma de los delitos sexuales, lo que podría dificultar la obtención de un trabajo, un préstamo o incluso el alquiler de un inmueble.